This is a series of original illustrations that I was doing after taking a course on composition that got me really inspired to paint.
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I wrote a small story about this last one. Not like I'm a good writer, but I'd like to share it. I wrote it in spanish, then translated it myself to english. Hopefully if the english version is a bit broken it will sound like a narrator with an exotic accent! I should write more often!
The Swamp Behemoth is a magnificent creature that doesn’t need to fear any predators.
There was news about how, many hunters each season, due to bad luck or ill advice coming from some bastard, came to meet their ancestors in the belly of the mighty beast. Janos had been a witness to it more than once.
The Behemoth feeds on anything it encounters on its ramblings. Due to its size, he will carelessly swallow whole any prey much smaller than itself. If some fool goes to meet it, loaded with iron, bronze or steel, it’s not like the creature will carefully peel it as a gourmet savouring a crustacean. He gets swallowed whole!, and the belly of the beast can protect itself from any indigestible bits, creating around the ones specially sharp or upsetting, those that won’t come into the intestine, a protective, hard and smooth shell, that deposits itself in its gut, making it ripe and ever growing, full of these shells that are called blood geodes by those that covet them.
Hunters and gatherers of these stones, exist due to their trading. It is sad indeed to see a beast that generally would simply mind its business, be debased by defending itself from its stalkers, and in its success getting loaded with more and more geodes-to-be, generated around the weapons and bits of armor of the fools and rookies that didn’t complete their quest. As its bowel grows, so does the bag of gold that will be paid for its content if it ever gets hunted down.
Was the hunt of the first Behemoth worth it? Doubtlessly it had been an act of pure bravery, not that different from climbing the highest mountain or crossing the wide ocean.
This was what Janos thought as he waited. Patience and savoir-faire were the key to the weak, soft spot behind the eye of the creature.
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El Behemoth de ciénaga es una criatura formidable que no tiene por lo general a quien temer. Janos,varias veces cada temporada, presenciaba él mismo o escuchaba relatos sobre cómo, bien por mala suerte, bien por haber sido mal aconsejados, a veces por algún desalmado con muy mala leche, muchos cazadores habían ido al encuentro de sus antepasados pasando por el buche de la poderosa bestia.
El Behemoth se alimenta de aquello que encuentra a su paso y, dado su tamaño, engulle a cualquier presa mucho menor que él, de forma integra, y sin miramientos. Si algún infeliz va a su encuentro cargado de hierro, bronce o acero, obviamente no lo pela como a un crustáceo antes de tragarlo. Va dentro tal cual, pues la bestia en sus entrañas tiene capacidad para protegerse de cualquier pedazo indigesto, creando alrededor de los trozos especialmente afilados o molestos que no pueden pasar por su intestino o descomponerse, una capa protectora, dura y lisa, que se acumula en su panza, cada vez más lustrosa y llena de las conocidas como geodas de sangre, codiciadas por tantos.
Es por la existencia de tales piedras y su comercio que surgieron los cazadores y recolectores; Es triste ver cómo una bestia que generalmente en otras circunstancias solo iría a lo suyo se ve obligada a defenderse de sus acosadores, en su éxito preñandose de más y más futuras geodas de sangre, formadas en derredor de las armas y armaduras de los necios y novatos que no suelen conseguir su objetivo. Por supuesto a mayor panza, mayor cantidad de oro a conseguir con la venta de sus contenidos.
¿Habría valido la pena la caza del primer Behemoth? Sin duda había sido un acto de pura valentía, no distinto de trepar a la montaña más alta, o cruzar el ancho mar por el hecho de poder contar que lo hiciste.
Todo esto pensaba Janos mientras esperaba, pues la paciencia y el saber hacer eran la clave para llegar al punto débil y blando tras el ojo de la criatura.
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Gracias a Ana y Rocío Gutiérrez Muñoz de la Torre por ayudarme revisando el texto en español.
